
Benalmádena 25/03/2013- Las previsiones climatológicas y la lluvia obligaron a modificar el itinerario y, en el caso de la Procesión de Nuestro Señor Jesucristo Coronado de Espinas y Nuestra Señora del Mayor Dolor, las precipitaciones impidieron que culminara su recorrido completo, pero todas las hermandades salieron a la calle y el agua no logró deslucir el arranque de la Semana Santa de Benalmádena ni restar entusiasmo a los miles de vecinos del municipio que ayer celebraron con intensidad y pasión el Domingo de Ramos. La festividad arrancó con la Procesión de Las Palmas y Olivos, en Benalmádena Pueblo, que contó como novedad con la participación de los actores de El Paso, que escenificaron en la Plaza de España la entrada de Jesús en Jerusalén y recrearon algunos de los milagros llevados a cabo por el Hijo de Dios. La procesión, que contó con la asistencia de la alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez, y de la concejala de Cultura, Yolanda Peña, así como de otros concejales del Gobierno municipal, partió de la Ermita de la Cruz y recorrió las calles Hermano Francisco, avenida Juan Luis Peralte, Plaza de España, Santo Domingo, Jardines del Muro y Plaza de la Iglesia, donde concluyó.
La Procesión de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima del Auxilio adelantó su salida e inició su recorrido desde su casa hermandad ante las previsiones de lluvia. Media hora después, los dos tronos alcanzaron la puerta de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, desde donde debía partir inicialmente y donde se vivió uno de los momentos más emotivos del recorrido por las calles de Arroyo de la Miel. Un itinerario que tuvo que ser recortado como consecuencia del agua, que cayó con fuerza en la avenida de la Constitución y que obligó a los hombres y mujeres de trono a acelerar el paso en más de una ocasión. Estas últimas presentaron como novedad túnicas azules y el hecho de ir cantando la Salve durante la procesión a María Santísima del Auxilio.
La Procesión de Nuestro Señor Jesucristo Coronado de Espinas y Nuestra Señora del Mayor Dolor cerró la festividad del Domingo de Ramos y fue la que más sufrió las inclemencias meteorológicas. Partió de la calle Velarde, donde se ubicará su futura casa de hermandad, y estuvo acompañada en su recorrido por la Banda de Cornetas y Tambores de los Caballeros Legionarios de Fuengirola, así como por la Banda Municipal de Música de Benalmádena. Una vez que alcanzó la avenida de la Constitución se vio obligada, como consecuencia de la lluvia, a realizar un recorrido alternativo para resguardarse en la casa hermandad de La Redención, donde culminó la procesión.
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