El pleno del Ayuntamiento de Benalmádena aprobó por unanimidad de los presentes en su sesión del pasado 22 de junio la Ordenanza Municipal de Playas que recoge la ordenación de usos para mejorar la calidad, seguridad y conservación medioambiental en las playas de la localidad.
La concejala de Turismo, Playas y Puerto, Encarnación Cortés, ha señalado que tras esta aprobación unánime, resultado del consenso entre los distintos grupos políticos, colectivos que pueden verse afectados por esta normativa, además de haber estado publicada en el Portal de Participación Ciudadana para su debate; “se abre un plazo de alegaciones”. El documento está abierto a las modificaciones que se tengan que hacer al respecto y en el que tendrán voz nuevamente los vecinos, además de los agentes turísticos del municipio”.
La nueva ordenanza persigue “proteger, regular la utilización y mantener el nivel de calidad de las aguas y del conjunto de la ribera del mar en Benalmádena” al entender que la franja litoral de la localidad soporta una elevada presión de uso que debe ir acompañada de una serie de “garantías en materia de seguridad, salud e higiene en lo que respecta a su uso y disfrute”.
Así, esta normativa regulará la circulación de vehículos o acampadas, la prohibición de hacer fuego en las 17 playas del término municipal, exceptuando las tradicionales hogueras de San Juan y Virgen del Carmen, las sanciones a aquellos que dejen varadas sus embarcaciones fuera de las zonas autorizadas y el conjunto de actividades propias de esta zona de dominio público marítimo terrestre, entre ellas el acotamiento o las reservas de espacio, además de normas de higiene, emplazamiento de actividades, presencia de animales, pesca, práctica de deportes y juegos entre otras.
Cortés ha destacado que “con esta ordenanza se facilita la labor de la Policía Local y ha recordado que se permitirá sancionar a aquellos que se bañen mientras ondea la bandera roja, pudiéndoles imputar el coste del rescate en caso de que se diera.”
Otras novedades de la nueva ordenanza
Entre las principales novedades que contempla la normativa está la celebración de ceremonias civiles, la creación de una playa para mascotas, la limitación de ruidos o la prohibición de la instalación de jaimas, carpas y cerramientos, entre otras.
La nueva ordenanza contempla asimismo la imposición de sanciones a quienes vulneren sus disposiciones. Estas sanciones irán desde los 60 € hasta los 3.000 € dependiendo de la gravedad de la infracción e incluso la suspensión de la concesión de 7 días a 6 meses si el infractor es adjudicatario de una concesión (parcela de hamacas o tumbonas, kiosco, zona náutica…etc).
La concejala de Playas, Encarnación Cortés, que se felicitó por la unanimidad con la que esta norma ha sido aprobada por la Corporación en pleno con la excepción del edil Juan Antonio Lara que se encontraba enfermo, recordó también que la Ordenanza de Playas “pone solución a la ausencia histórica de una normativa de este tipo en la localidad” toda vez que ya en Abril de 2012 el Ayuntamiento de Benalmádena intentó impulsar una normativa reguladora del uso y disfrute de las playas que tuvo que ser retirada al detectar la Junta de Andalucía una serie de deficiencias en su articulado.