La Cueva del Toro de Benalmádena contará con un proyecto de investigación

El concejal de Cultura, E. Pablo Centella, ha informado esta mañana sobre el proyecto de investigación arqueológica sobre el arte paleolítico presente en el yacimiento de la Cueva del Toro, recientemente aprobado por la Junta de Andalucía.

El proyecto, titulado “Estudio y documentación gráfica del Arte Rupestre Prehistórico de la Cueva del Toro (Benalmádena, Málaga). Caracterización arqueométrica y datación U/Th del Arte Paleolítico de la bahía malagueña”, estará dirigido por el investigador de la Universidad de Cádiz, Diego Salvador Fernández Sánchez, doctor especialista en arte prehistórico. 

La actividad aglutinará a más de una treintena de investigadores de España, Portugal, Inglaterra, Italia, Alemania y China, destacando reconocidos especialistas en arqueología prehistórica y arte rupestre como José Ramos, catedrático de la Universidad de Cádiz; Pedro Cantalejo, coordinador de la Cueva de Ardales; Hipólito Collado, director del proyecto europeo First Art; Luis Efrén, conservador de la Cueva de Nerja; el investigador Hugo Mira o la arqueóloga Itziar Merino, del Ayuntamiento de Benalmádena. 

Entre las instituciones participantes se encuentran centros de impacto internacional como el Instituto Terra e Memória, el Max Planck Institute o el College of Geographical Sciences of the Nanjing Normal University

“Los trabajos cuentan además con el apoyo de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Benalmádena, aportando ayuda en la logística, elaboración de documentación técnica requerida, y en la futura difusión de datos una vez realizados los trabajos científicos, que se plasmarán en la realización de una batería de conferencias de los especialistas implicados y en la publicación de los mismos, para dar a conocer los avances y resultados de la investigación”, ha detallado Centella. 

La Cueva del Toro, también conocida como Cueva del Calamorro por su situación en el Cerro del Calamorro (a los pies de la Sierra de Mijas), fue descubierta en 1969 por Manuel Giménez, quien publicaría en 1972 junto a Javier Fortea su contenido de arte paleolítico en la prestigiosa revista Zephyrus. Esto le valdría su denominación como Bien de Interés Cultura (BIC), la máxima figura de protección patrimonial de nuestro país. No, obstante desde entonces y hasta la actualidad, la Cueva del Toro no volvería a ser estudiada, limitándose su tímida aparición a unas pocas obras de compendio. 

Este largo olvido de 50 años la haría objetivo de numerosos episodios de vandalismo y visitas descontroladas, algunas de ellas con nefastas consecuencias para sus motivos paleolíticos más representativos. 

“Ahora este proyecto pondrá fin a esa fase de abandono, convirtiendo al yacimiento en plena “punta de lanza” de la arqueología prehistórica y acercándolo a la metodología científica del siglo XXI”, ha destacado el concejal de Cultura.