El portavoz del Grupo Municipal VOX en Benalmádena, Joaquín Amann, ha considerado que la rotura de la tubería es el resultado no solo de la «negligencia institucional», sino también de la «falta de rendición de cuentas» por parte de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol (Acosol), «una empresa pública que no tiene transparencia y que no tiene órganos de control visibles ni accesibles para los ciudadanos».
En el último año, las tuberías de Acosol se han roto al menos tres veces en Benalmádena, unas roturas que se producen siempre en los mismos puntos, lo que según Amann «es un síntoma evidente» de que «no hay mantenimiento preventivo y las reparaciones son una chapuza».
«No es mala suerte. Es negligencia institucional», afirma Amann. «Acosol depende de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, y esa mancomunidad es, a día de hoy, un agujero negro de opacidad», ha añadido.
Según Amann, en Acosol no hay sesiones públicas, control ciudadano, ni transparencia presupuestaria, «y mientras tanto, el agua sigue reventando por los mismos sitios. ¿Quién responde? Nadie. ¿A quién reclamamos? A nadie. ¿Quién supervisa? Tampoco nadie».
«Y por si fuera poco, se acaba de aprobar en Benalmádena una subida del 30% en la tasa del agua. Nos rompen las calles una y otra vez, nos dejan sin agua durante horas o días y encima nos suben la factura. Esto no es gestión: esto es castigo fiscal por incompetencia técnica», ha seguido denunciando.
Asimismo, el edil de VOX en Benalmádena ha dirigido parte de sus críticas hacia Juan Olea, concejal de Gobierno responsable de EMABESA, «que lleva dos años sin hacer nada para preparar al municipio ante la conclusión de la concesión de la distribución del agua potable en el mes de junio».
«Exigimos explicaciones. Exigimos responsabilidades. Exigimos que se nos diga qué inversiones reales se han hecho en Benalmádena por parte de Acosol en los últimos años. Y sobre todo, exigimos que la gestión del agua deje de ser un pozo sin fondo de chapuzas, silencio institucional y subidas de impuestos», ha aseverado Amann.
«Porque el agua no solo sale de nuestros grifos: también se va por nuestras calles, por culpa de una gestión política y técnica que hace aguas por todas partes», ha concluido.