Fuengirola extiende la red de ciclocalles a todo el municipio

El Ayuntamiento de Fuengirola extenderá su red de ciclocalles a todo el municipio para fomentar el uso de la bicicleta y los vehículos de movilidad personal, según ha anunciado esta mañana la alcaldesa de la ciudad, Ana Mula, quien ha explicado que en una primera etapa se señalizaron las vías principales del centro de la ciudad y el Paseo Marítimo y ahora se van a conectar los barrios, creando una red con tres ejes longitudinales y nueve transversales donde la bicicleta será el vehículo prioritario.

La regidora ya anunció el año pasado la puesta en marcha del programa de movilidad 2019-2023, que comprende una serie de iniciativas para facilitar y mejorar las comunicaciones internas del municipio. Ahora, ha presentado la red completa de ciclocalles, que constará de un total de 25.000 metros lineales.

“Una de estas medidas es la señalización de las ciclocalles, con la que se pretende garantizar el uso de la calzada para el desplazamiento de los ciclistas y aquellas personas que usen vehículos como los patinetes eléctricos”, ha explicado la regidora, destacando que “desde el Ayuntamiento queremos promocionar el uso cotidiano de la bicicleta, pero esto también requiere garantizar que los ciclistas puedan desplazarse en las mejores condiciones posibles de seguridad y comodidad en todas las calles”.

Pero mejorar la seguridad y la accesibilidad general de la ciudad para los usuarios de la bicicleta exige un tratamiento de las vías urbanas. Para ello, se elaboró un Plan Ciclable que, en palabras de la alcaldesa, “va más allá de tener carriles-bici en algunas calles, y en las que muchas ocasiones resultan peligrosos para los peatones”.

“Nuestro propósito es incluir en las vías urbanas a los ciclistas y que usen su bicicleta como un vehículo más, fomentando un uso responsable y seguro de la bicicleta entre el tráfico”, ha asegurado Mula.

Las ciclocalles, que así se denominan estos lugares en el Plan de Movilidad, son espacios por los que pueden circular bicicletas y vehículos motorizados, pero con la limitación de 30 km/h como velocidad máxima y siempre, con la bicicleta como vehículo prioritario. Las ventajas de este tipo de vía compartida son: Requiere de una inversión mínima y su ejecución es muy rápida; Integra el tráfico ciclista en la calzada, que es su lugar; Aumenta la seguridad al ser menor la diferencia de velocidad entre los motorizados y las bicis.