Benalmádena (19/05/10) – Se cumple un año desde que Enrique Moya al frente de los populares, sustituyó en el cargo al socialista Javier Carnero como Alcalde de Benalmádena. El PP consiguió la alcaldía tras presentar una moción de censura donde nueve concejales de seis diferentes grupos independientes se unieron a los cuatro concejales del PP para poder formar equipo de gobierno.
52 semanas después de la forzada operación política provocada por los populares, Enrique Moya, ha querido hacer balance de su gestión durante este tiempo. Según el propio Moya la contención del gasto, la austeridad y el compromiso con los ciudadanos han sido los baluartes de la gestión municipal. Ha destacado el desbloqueo de PuebloSol y los proyectos de futuro como la Casa de la Juventud o la gestión para la ampliación del Puerto entre otros.
“Ahora estamos en un momento muy complicado que es donde precisamente un buen gestor político y todo su equipo demuestra su trabajo y creo sinceramente que lo estamos consiguiendo, pues además de tener un balance económico positivo al cierre del ejercicio 2009, estamos cumpliendo con nuestro compromiso con el ciudadano”, indicó Moya.
El alcalde afirmó que en estos doce meses Benalmádena ha crecido y se plantea como objetivos para el próximo año la reducción paulatina de la deuda municipal, el pago a los proveedores locales, la mejora de la limpieza y reforzar la seguridad ciudadana.
Moya concluyó su balance con el deseo de que el Ayuntamiento esté más saneado el próximo año, los ciudadanos mejor atendidos y que sigan confiando en los políticos. Por otro lado, calificó a la oposición de indigna. «En la corresponsabilidad y en el respeto al que gobierna es donde creo, debe centrarse el esfuerzo de todos”, explicó.
Hasta aquí, el balance que el propio Moya realiza de su primer año de gestión, pero según los socialistas, lejos de aliviar la deuda, ésta se ha ido incrementado de forma progresiva, con estrategias económicas tan dudosas como solicitar un nuevo préstamo de 4,5 millones con unas condiciones nefastas, incrementar los gastos superfluos o dilatar aún más el pago a proveedores.
Por otro lado, Javier Carnero, critica que la gestión de Moya, está lastrada por la falta de carisma y pulso firme para controlar y dirigir a sus socios de gobierno, poniendo como ejemplo al concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Jesús Fortes, quien, según el socialista, hace valer sus decisiones por encima de la autoridad del alcalde hasta el extremo de colocar el nombre de Fortes junto al del primer edil en la placa conmemorativa de la inauguración de la plaza de España.
Elena Benítez, desde Izquierda Unida ha lanzado también un durísimo ataque a la gestión municipal en materia de urbanismo, especialmente en lo referente a las obras de Arroyo de la Miel.
“Sufrimos las consecuencias de un mal gobierno”, explicó la portavoz de IU, quién aclaró: “hemos sido especialmente prudentes hasta ahora porque no queríamos entorpecer los procedimientos ni los trabajos, pero ha llegado un momento en que no podemos callarnos lo que todos los benalmadenses ven cuando andan por nuestras calles”.
“Habría hecho bien este gobierno municipal, en haber dejado la cosas como estaban, en haber dejado los proyectos de las obras como se los encontraron, pero no, los han tocado y los han estropeado”, sentenció Benitez.
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