
Mientras el equipo de Moya se autofelicitaba por la finalización de esta obra, desde Izquierda Unida, que normalmente apuesta por este tipo de actuaciones, en esta ocasión ha discrepado a juzgar por los resultados. Los izquierdistas denuncian que a lo largo del recorrido del nuevo carril bici hay zonas donde se hace muy peligroso circular como es el caso de la conocida rotonda del barco. El carril no está protegido como tal en bastantes lugares de su recorrido, y en otros como en la Avda. de la Estación, ocupa literalmente la acera. Otro ejemplo es la rotonda de Bellavista, junto al puente de RENFE, con un recorrido demasiado estrecho que da la vuelta a toda la glorieta sin protección alguna.
Elena Benítez calificó de “ridículo que los mismos que han destrozado urbanísticamente el municipio, impidiendo la instalación de un carril bici en condiciones, ahora se empeñen en su realización, a toda costa, aunque represente un peligro para los usuarios en algunos de sus tramos”.
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