El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; el concejal de Cultura, E. Pablo Centella; la concejala de Vía Pública, Encarnación Cortés; y el concejal de Comercio, Javier Marín, han participado esta mañana en la inauguración del acueducto de Finale Ligure en la calle Ciudad de Melilla, vestigio histórico de la Benalmádena industrial del siglo XVIII, tras la finalización de los trabajos de mejora y adecuación. En el acto también han participado técnicos del proyecto y vecinos de la zona.
“Estamos muy satisfechos por dar hoy por finalizado un proyecto que se inició en 2004 y que, a consecuencia de la inestabilidad política que lastró Benalmádena durante décadas, no pudo salir adelante”, ha comenzado el alcalde.
“Una vez Benalmádena ha recuperado el pulso de la estabilidad política, tras sanear la elevada deuda de las arcas municipales y poner en marcha un modelo de ciudad de futuro para el municipio, hemos podido acometer proyectos que llevaban años guardados en un cajón”, ha puesto en valor.
“Esta actuación recupera uno de los últimos vestigios históricos de la Benalmádena industrial del siglo XVIII, en la que Félix Solesio construyó este acueducto para abastecer de agua al batán, para la elaboración de la pasta de papel con la que se fabricaban las barajas de naipes que luego se importaban a América”, ha detallado el alcalde.
“Se trata de la primera actividad industrial que acogió Arroyo de la Miel, entorno a la cual se produjo el crecimiento del asentamiento que acabo dando lugar a nuestra ciudad”, ha explicado Navas.
La obra ha contado con cerca de 300.000 euros de inversión pública, “y pone en valor un rincón muy importante para la ciudad, que relata parte de nuestra historia”.
“Con esta actuación hemos ‘rescatado’ un trocito de la historia de Arroyo de la Miel, además de crear una plaza abierta que sirva de punto de encuentro para los residentes de la zona”, ha apuntado la concejala de Vía Pública.
“Esta obra ha costado tiempo y trabajo por su compleja ejecución, y por ello no quiero dejar pasar la ocasión para agradecer la paciencia de los vecinos del entorno, y la colaboración de los residentes de Benalmar y de la comunidad de La Habana”, ha finalizado Cortés.
“Este rincón era hasta hace bien poco un espacio perdido y bastante deteriorado de Benalmádena y, gracias a la intervención que acaba de finalizar, ahora se ha puesto en valor, dotando a la zona de un espacio de recreo, mejorando la permeabilidad entre áreas urbanas para conformar una ciudad más cómoda y habitable”, ha valorado Centella.