El edificio Innova ha acogido esta mañana la segunda edición del Premio Noble de la Paz, un galardón impulsado por la Asociación Juntos por la Paz desde Benalmádena. El acto ha contado con la presencia del alcalde de Benalmádena, Víctor Navas; la teniente de alcalde, Elena Galán; la concejala de Festejos, Pilar Ramírez; la concejala de Tercera Edad, Irene Díaz; y los ediles de la oposición Juan Antonio Lara, Juan Olea, Miguel Ángel González, María Luisa Robles, Ana María Quelcutti y Gema Carrillo.
“Este premio supone un guiño a la paz, el respeto, la tolerancia y la convivencia pacífica”, ha recordado la presidenta de la asociación, Remedios Herrero.
El premio tiene dos categorías: la individual, que este año ha recaído en Javier Alés Sioli, presidente del Foro Internacional de Mediadores de la Universidad de Loyola de Sevilla; y la categoría colectiva premiará a la Asociación Policía Amigo, que desarrolla una labor encomiable en favor de la infancia en África.
Durante el acto de entrega, celebrado en el edificio Innova con todas las medidas de seguridad sanitaria y aforo reducido, el alcalde también ha entregado una distinción al prestigioso pintor malagueño Antonio Montiel, autor de la imagen del galardón.
Además de la entrega de premios, en el acto se ha formalizado el hermanamiento entre las asociaciones Juntos por la Paz desde Benalmádena y la Asociación Amigos del Bonsai.
“Remedios Herrero es el motor de todo este movimiento, y es incombustible: ha conseguido lo que parecía toda una quimera, logrando que hoy celebremos esta segunda edición del Premio Noble de la Paz”, ha destacado el alcalde durante su intervención.
“Esta iniciativa supone una muestra más del valor del tejido asociativo de Benalmádena, siempre implicado en ayudar en diversos ámbitos sociales a la ciudadanía durante momentos de dificultad como el que estamos viviendo”, ha apuntado Navas.
“Si hay palabras que han definido a Benalmádena durante este último año, son precisamente resiliencia, generosidad, y solidaridad”, ha subrayado el alcalde.
“La paz no puede quedarse sólo en una palabra: debe ser una actitud y un objetivo siempre que sigan vigentes conflictos armados, o situaciones de crispación y falta de tolerancia”, ha recalcado Navas.