Innoben, entidad responsable de la gestión del transporte público urbano municipal, ha anunciado hoy el establecimiento de diversas medidas para “mitigar el riesgo de contagio de coronavirus para usuarios y trabajadores en general de la línea M-103”, además de aconsejar a la ciudadanía que reduzca al mínimo indispensable el uso del transporte público. Y, en el caso particular de las personas mayores y de quienes padecen alguna patología crónica, se les conmina a que no utilicen los autobuses urbanos. Se trata esta última petición de una prescripción que se hace extensiva a cuidadores y a quienes convivan con sectores de población vulnerable.
Desde Innoben se recuerda que el uso del transporte público de autobús urbano sólo estará permitido, mientras dure la vigencia del estado de alarma, “para la realización de las actividades permitidas por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19”.
Así, para evitar las aglomeraciones de gente y extremar la atención de espacios públicos, la capacidad de los autobuses se limitará a un tercio de la actual: en autobuses de 12 metros (capacidad media de 90 usuarios / 25 asientos), podrá haber un máximo de 30 usuarios embarcados.
La distancia de seguridad recomendada entre usuarios que estos deberán mantener será, al menos, de un metro.
Además, quedan inhabilitadas las dos primeras filas de asientos por seguridad de los conductores.
La operadora mantendrá limpieza diaria de los vehículos de transporte, de acuerdo con las recomendaciones que establezca el Ministerio de Sanidad.