Emabesa ha comenzado estos días la limpieza del alcantarillado, tal y como hace cada año, con motivo de evitar atascos e inundaciones como labor preventiva ante la llegada de las lluvias de otoño.
“Emabesa se encarga durante todo el año del mantenimiento de los cerca de 300 kilómetros de red de alcantarillado y los más de 9.000 sumideros repartidos por Benalmádena”, ha recordado el consejero-delegado de Emabesa, Joaquín Villazón.
Por parte de los técnicos de Emabesa se ha procedido a dividir el municipio en varios sectores y se están marcando los imbornales que precisan de una limpieza más urgente, y las zonas más sensibles de acumulación de agua. La limpieza de imbornales consiste en la extracción de sedimentos de la arqueta o receptáculo del imbornal, limpieza de la rejilla; así como, en los casos que sea posible, la limpieza de la acometida hasta el colector general.
“La mayor parte de los imbornales se llenan de residuos en otoño, por la caída de las hojas de los árboles y por el arrastre de la suciedad que hay en la calle cuando se procede al baldeo, por eso es fundamental que la población no arroje residuos en la vía pública y utilice las papeleras”, ha señalado Villazón.
Por último, desde Emabesa se quiere recordar a la ciudadanía que el sistema de alcantarillado de la ciudad comienza en nuestros propios hogares: el uso inadecuado de los sistemas de alcantarillado de las viviendas puede provocar averías y situaciones de peligro en el sistema general. Entre otros usos inapropiados están la eliminación a través del inodoro de las toallitas húmedas de baño, que acaban formando atascos en las redes de alcantarillado o bien en las estaciones de bombeo.