Los tres miembros del que fuera grupo municipal de Ciudadanos en la corporación benalmadense, Bernardo Jiménez, Beatriz Olmedo y Oscar S. Ramundo, han rechazado esta mañana las diputaciones provinciales al votar de manera unánime contra una moción presentada por el Partido Popular en defensa de estos organismos supramunicipales y contra su desaparición.
Bernardo Jiménez, ya portavoz del grupo municipal no adscrito, toda vez que dos de los tres ediles renunciaron a su afiliación y él mismo está suspendido de militancia de manera cautelar tras habérsele abierto un expediente disciplinario, ha basado su negativa en “motivos de coherencia”, además de subrayar que el sentido de su voto “no puede apartarse del compromiso programático y electoral con los ciudadanos que nos dieron su apoyo y confiaron en nosotros en los pasados comicios locales”.
Jiménez, que no se ha ahorrado una velada crítica a sus excompañeros en la Diputación Provincial, ha señalado que el papel de las diputaciones “es extraño en términos constitucionales ya que administran recursos que les son ajenos, además de que en términos de transparencia, son los órganos administrativos del estado más opacos y que más escándalos de corrupción acumulan”.
El portavoz, que ha recordado que estos organismos supramunicipales gestionan unos presupuestos que rondan los 25.000 millones de euros cada año, ha recalcado que, en su opinión, su capacidad de influencia política “es determinante”, al manejar fondos y subvenciones que afectan de manera directa a miles de pequeños municipios sin capacidad financiera y los ha calificado como “instrumentos clave en el reparto del poder y del empleo público, donde contratos y adjudicaciones carecen de la transparencia deseable”.
El edil, que ha tirado del argumentario de la formación naranja, ha defendido la creación de Consejos Provinciales de alcaldes que coordinen políticas en materia local, apostando por potenciar las mancomunidades para conseguir una burocracia más ágil y transparente, además del ahorro que esta nueva estructura supondría para las arcas públicas.
Un ahorro cifrado por la propia formación liderada por Albert Rivera en unos 6.000 millones de euros.
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